2016

Diseñar un libro, por estos días, implica el conocimiento de ciertas herramientas especiales, digitales, pertinentes a la actividad. Además, precisa de ciertos conocimientos que devienen de la academia, que permiten establecer ciertos puntos de vista que facilitan el ejercicio y disfrute de la lectura, por ende, el acceso al conocimiento. Finalmente, un ingrediente que siempre tendrá que ver con lo particular, es el criterio. Toda administración de recursos, para lograr un fin, precisa de estos tres aspectos de conocimiento, pero en definitiva será este último el que defina, la diferencia entre una buena ejecución de un trabajo de diseño o la excelente propuesta de un documento de comunicación. Para poder definir las habilidades y conocimientos necesarios para lograr el objetivo de diseño de este proyecto, se ha recurrido a diferentes fuentes, o recursos. Se ha tomado como punto de partida la investigación bibliográfica de las bases conceptuales y de diseño de un libro. Posteriormente, la enumeración de los conocimientos técnicos y teóricos que se precisan para lograr este propósito, detalle de los insumos necesarios para la elaboración del documento listo para entregar a impresión. Luego, la siempre necesaria, investigación de los públicos y exposición de contextos que puedan propiciar marcos de referencia que permitirán encausar y justificar el uso, administración de los recursos técnicos y criterios estéticos para la elaboración de una propuesta de diseño, diagramación/maquetación del libro. Finalmente, el esbozo de la experiencia particular que fue el proceso de diseño, que pretende ofrecer un punto de vista que pueda ser tomado como pertinente, o no, para futuros proyectos similares.