Apéndice: Los principios de la neolengua

1998

En Oceanía, el superestado en que vive Winston Smith, el poder es el valor único y absoluto y no existe nada más importante que conservarlo a cualquier precio. La vigilancia despiadada del estado se extiende, en la figura del Gran Hermano, a las esferas más íntimas de los sentimientos humanos y Winston Smith aparece como símbolo de la rebelión contra este poder monstruoso que lo degrada completamente antes de matarlo. Celebrada con una condena del comunismo, esta obra, es en realidad una condena de cualquier clase de totalitarismo y de la esterilidad de la vida moderna