Colección Erwin Buendia Silva 2359

1962

Las sondas espaciales, que desde 1965 han sobrevolado el planeta rojo y desde 1976 se han posado en su superficie, se han encargado de decirnos muy claramente que el Marte imaginado por Ray Bradbury en 1950 en esta clásica obra dista mucho del Marte real. Sin embargo, Crónicas marcianas sigue siendo uno de los libros de ciencia ficción más leídos y alabados en todo el mundo. ¿Por qué? Porque, indudablemente, la profunda poesía de su autor al contarnos las diversas historias que componen ese cuadro del «descubrimiento» de Marte por la humanidad al compás de su propia desintegración en la Tierra (estremecedoras Volverán las mansas lluvias y la que cierra el libro, El pícnic de un millón de años) va mucho más allá que cualquier realidad científica. El Marte de Bradbury es el Marte de nuestros sueños, y nadie podrá arrebatárnoslo. Crónicas marcianas conoció en 1980 una decepcionante versión televisiva, una miniserie dirigida por Michael Anderson y protagonizada por Rock Hudson, que pasó por las pantallas sin pena ni gloria. Y es que, dicen los expertos en el tema y muchos lectores, la poesía de este libro no puede plasmarse en imágenes: necesita ser leída con el alma.